Tras los pasos de Manolo
Hoy continué, el placentero trabajo que inicié cinco años atrás. Ir, tras los pasos de Manolo. En este andar, vengo recopilando no solo sus palabras, sino también sus sentimientos. Porque el ir en su búsqueda viene significando para mí, una satisfacción invalorable. Ello porque cada vez que programo un encuentro, él me recibe con mucho más de que lo espero. Estas líneas se las dedico a mis compañeros de Crónicas Apristas, a quienes animo a ir tras el espíritu de Manolo, porque les aseguro que le encontraran rodeado de lo que él fue en vida.
Con casi un mes de anticipación inicie las coordinaciones para visitar la biblioteca “Columbus Memorial Library” que la Organización de Estados Americanos mantiene en su sede en Washington. Me respondió Rocío Suarez, quien me fue mostrando algunos de los pasos, que dio Manolo por la organización. Le agradezco a Rocío el ayudarme con su amabilidad y profesionalismo a no golpearme contra lo desconocido, a no dar tumbos perdiendo tiempo. Rocío encarna la perfecta combinación de dulzura y sapiencia que una verdadera especialista en archivos y bibliotecas dispone.
En esta entrega digital comparto las palabras, de y sobre Manolo, obtenidas entre los casi seis mil folios revisados, distribuidos entre 8 volúmenes, que fueron seleccionados por recomendación de Rocío. Es la trascripción textual del acta de la sesión ordinaria del 18 de septiembre de 1963 de la Unión Panamericana elaborada por la secretaria de la Organización de Estados Americanos. En el punto dos de ella, se da cuenta del homenaje realizado a la memoria de Manuel Seoane a pocos días de su fallecimiento.
Si bien fueron palabras intercambiadas entre el presidente del Consejo licenciado Gonzalo J. Facio embajador representante de Costa Rica, el representante de Chile embajador doctor Manuel Trucco y el representante del Perú, el embajador Juan Bautista de Lavalle y García, posteriores al saludo por la celebración del día de la independencia de Chile. Las transcribo porque Incluyen las citas a las propias palabras de Manolo.
El embajador Facio, inicio así, el homenaje a la memoria del doctor Manuel Seoane: “Señores representantes, el 10 de septiembre de 1963 la américa perdió a uno de sus mejores hombres y nuestra organización a uno de sus más excelentes servidores. Permitidme, pues, que antes de entrar al estudio de los asuntos que figuran en el orden del día, diga unas palabras en homenaje a la memoria de Manuel Seoane”.
“Tuve la fortuna de conocer de muy de cerca al gran líder. Y porque lo conocí bien, lo admiré profundamente. Sentí orgullo de que el me considerara su amigo, cuando yo le considerara mi maestro. No intento destacar ahora la larga trayectoria de Manuel Seoane como político vigoroso, como revolucionario demócrata, como ágil periodista, como brillante escritor, como hábil parlamentario o como sagas diplomático, siempre al servicio de las mejores causas de su patria y de América”.
“Durante cuarenta años de actividad pública, esa trayectoria se destacó por si misma, con el destello luminoso que le imprimió el ingenio y la honestidad de nuestro ilustre desaparecido. El valioso tesoro de su experiencia, de su pasión libertaria, de su poderosa fe en el destino del hombre común de nuestra américa, fue aportada por Manuel Seoane al seno de nuestra organización, cuando el secretario general tuvo el acierto de nombrarlo como: Consejero Especial de la Organización de Estados Americanos para asuntos de la Alianza para el progreso”.
“Desde el primer día trabajó con ahínco como el solía hacerlo cada vez que abrazaba una causa acorde con sus ideales y con sus ambiciones. En los pocos meses en el que el destino nos deparó su colaboración recorrió nuestros países difundiendo y defendiendo el credo de la alianza, en el que él veía concretadas sus esperanzas de una vida mejor para sus ciudadanos de América”.
“La muerte le sorprendió en plena ebullición intelectual, cuando de su mente privilegiada surgían centenares de ideas para hacer avanzar esta gran empresa común. La filosofía política y la visión que del mundo de hoy tenia Manuel Seoane, quedaron sintetizados en un excelente libro, publicado en 1960, con el nombre de Las seis dimensiones de la revolución mundial”.
“Como si intuyera su cercana muerte, comprimió Manuel en ese volumen los frutos sazonados de su extraordinaria cultura histórica, económica, política, sociológica y científica; y los legó a sus hermanos de Latinoamérica en un lenguaje hermoso, pero sencillo y directo”.
“Este no es un libro para especialistas -advirtió en el prefacio-. Esta destinado al gran pueblo de nuestra América, que sufre desesperanza, ajeno a la aurora que le adviene. Es un libro que pretende ordenar, para el hombre común, la intrincada madeja de insólitos descubrimientos, invenciones, acuerdos, sucesos y cambios con que la historia teje su urdimbre a ritmo acelerado”.
“El párrafo con que concluye su magnífico análisis de las seis dimensiones de la revolución mundial revela, como pocos, la recia contextura del combatiente optimista que había en Manuel Seoane. Leámoslo”:
“Estas paginas terminan aquí. No son una descripción de hoy, sino un anticipo del mañana. No son un diagnóstico, sino un pronóstico. Porque la revolución mundial es movimiento acelerado contra el egoísmo y la ignorancia, resulta estéril detenerse en una y otra para imprecarlos. Naturalmente el porvenir no llega sin lucha. Es fruto del esfuerzo, muchas veces del sacrificio. El desarrollo tecnológico proporciona los materiales para construir una sociedad mejor, pero los avaros, los insensibles, los reaccionarios y los simplemente atrasados actúan vivamente para frustrarla o preterirla. A veces la tarea de la comprensión es la más difícil. La revolución mundial, cruelmente, dejara en rezago a los profetas malignos y a los sabios prudentes. Probablemente los jóvenes entienden mejor este lenguaje, porque no hay anquilosamiento peor que el orgullo o el de la rutina”.
“Con su larga experiencia política, Manuel Seoane se dio cuenta inmediatamente de que la Alianza para el Progreso no podía ser reducida a una empresa técnica para el desarrollo. La entendió siempre como una gran tarea política, que requería la activa colaboración de los partidos democráticos, Por ello argumentaba con su habitual perspicacia que”:
“La Alianza para el Progreso no puede permanecer políticamente asexuada e indiferente. Ella es la expresión de un pensamiento democrático, representativo, fundamentado en elecciones libres y periódicas, y en el respeto a las soberanías nacionales. Es una afirmación de que la libertad del hombre es la fuente de la próvida para la aventura creadora de una sociedad mejor. Es la aseveración de que la justicia social puede alcanzarse sin desmedro de la dignidad humana. Existe otra arma poderosa en favor de la Alianza -agregaba Manuel Seoane con su característica convicción-. Es la demostración de que vivimos en una sociedad afluente, que no necesita dividir la pobreza, sino crear nueva riqueza. El marxismo, hijo del análisis de la sociedad del siglo XX, aparece como obsoleto y reaccionario. Por eso que sus símbolos son herramientas anacrónicas: la hoz y el martillo. Hay que evidenciar en favor de la Alianza, el uso revolucionario de la tecnología y de la ciencia al servicio del hombre libre y para aumentar su bienestar”.
“Frente a la actitud de quienes se desvelan por el costo de la Alianza y al mismo tiempo les quita el sueño la acción subversiva del comunismo, argumentaba nuestro ilustre desaparecido”:
“La influencia política o electoral procastrista ha disminuido en extensión, pero ganado en intensidad. Sus frutos son: el terrorismo como arma, la formación de guerrillas combatientes, el apoyo a gobiernos o candidatos golosos de sufragios, que creen dominar el peligro mundial del comunismo con sus frágiles barreras provincianas. La defensa de la seguridad política occidental no puede tener un costo prefijado. Agotado el presupuesto previsto, ¿habría que rendirse al adversario por falta de fondos? Más que calcular cuanto cuesta la promoción del desarrollo, hay que presentir lo que costaría no impulsarlo. ¿Qué suma representó, en gastos directos e indirectos, por ejemplo, la reciente operación de acordonamiento naval y aéreo de Cuba? La aguda y certeza del presidente Kennedy -concluía Manuel Seoane- sobre “aquellos que hacen imposible la revolución pacífica harán inevitable la revolución violenta” también alcanza a quienes, con tijeras de miopía política, recortan recursos destinados a la Alianza”.
“Con la prematura muerte de Manuel Seoane la revolución democrática americana, ha perdido, más que un combatiente, toda una división. Pero nos queda el ejemplo de su vida austera y la fuerza de sus ideas. Ellas son la fuente inagotable de energía para quienes quieren apagar su sed de justicia y para quienes desean continuar empujando el carro del progreso por los empinados caminos de esta América nuestra, que Manuel Seoane también amo”.
“Tiene la palabra el señor representante de Chile”. Concluye la transcripción de las palabras que realizó el embajador de Costa Rica Gonzalo J. Facio en su condición de presidente de la sesión. Dando paso a las del embajador Manuel Trucco.
“Señor presidente, al hablar de Manuel Seoane en la mañana de este día en que mi patria conmemora un nuevo aniversario de su independencia, quisiera que mis palabras interpretaran el sentimiento de un pueblo; y al de un chileno, sobrecogido por la emoción y por el dolor”.
“Tuvimos, los chilenos, la honra de concebir a Manuel Seoane casi como si fuera uno de los nuestros. Largos años de su existencia transcurriendo en mi país, y allí se dio con infatigable ardor a la lucha que es común en todos los pueblos americanos. Ya fuera en su condición de proscrito, de idealista, de escritor ilustre, de político eminente y, más tarde, premunido de las presillas de Embajador, no descuido un solo instante lo que para él constituía el denominador común de la américa latina. ¡Qué ejemplo nos ha dado, señor presidente, este político ardoroso que a su muerte no deja bienes materiales sino la enorme riqueza de su contribución espiritual que hoy día es un legado para todos los pueblos del continente!”.
“En mi patria, si bien se le conocían sus inclinaciones ideológicas y su definida posición política, fue respetado por hombres de todos los sectores políticos, porque en él, todos veíamos el ejemplar clásico del político que no se fija en las cosas pequeñas o sin importancia, sino que percibe las grandes y las constructivas. Jamás durante los años en que vivió en mi país desarrollo otras actividades que no fueran las muy dignas del hombre dedicado a una empresa también muy digna; a una empresa a la cual él aportaba todos los maravillosos dones de su inteligencia, de su altruismo y de su sinceridad”.
“Comprendía que, en su patria, que amó con todas las convicciones del patriota, el sendero de la democracia se extendería tras el cauce profundo de la madurez. Jamás se entregó a otros afanes que no fueran los de llevar a los hombres de América a la comprensión por los caminos de la democracia. Jamás abordo acción alguna que pudiera considerarse destructiva”.
“Así, y acaso está aquí la enseñanza para todos nosotros, señor presidente, a pesar de estar alejado de su país por circunstancias absolutamente transitorias, que nada empequeñecieron en el Perú la consideración que todos los hombres de esa tierra guardaban por Manuel Seoane y que hoy en día, a su muerte, se ha reflejado en el homenaje unánime que le han rendido, comprendió el que debía servir a la causa de la democracia donde fuera que se encontrara”.
“Nunca, repito, abusó, como suelen hacerlo algunos que se extravían, aunque sea momentáneamente, de estas ideas; jamás abuso de la hospitalidad que le brindaron los países de América. América fue para Manuel Seoane su cuna y creo que también en los momentos en que se encontraba en plena batalla, fue el lecho de su muerte. Muchas gracias señor presidente”.
La transcripción del discurso del embajador chileno termina con la sentencia emanada del señor presidente, diciendo: “Tiene la palabra el Señor Embajador del Perú”. Quien inicia diciendo:
“Deseo expresar el agradecimiento de la representación del Perú por los elocuentes y sentidos conceptos que el señor presidente del consejo, Embajador representante de Costa Rica, licenciado Gonzalo J. Facio y el Representante de Chile, Embajador doctor Manuel Trucco, han dedicado a la memoria de Manuel Seoane, fallecido en esta capital el 10 del corriente, al servicio de la Organización de Estados Americanos”.
“En la plenitud de su capacidad, con convencimiento y fe, Manuel Seoane se dio por entero al servicio de la América colaborando en la obra de realizar, por la iniciativa y el esfuerzo de los hombres libres, por métodos democráticos, ese grandioso plan de cooperación internacional para el desenvolvimiento económico y social, que es la Alianza para el Progreso”.
“De manera infatigable llevó a través del continente la comprensión vivificadora que la Alianza necesita en este momento crucial de unificación y coordinación de los esfuerzos y las esperanzas en el indeclinable propósito de mejoramiento y superación de las condiciones de vida de los pueblos americanos”. Terminado con otra sentencia del presidente. “Muchas gracias señor Embajador”.
Termino esta entrada comprometido con seguir entregando sobre los pasos de Manolo. Informando que inicio los planes para visitar los Archivos Nacionales de los Estados Unidos, dada la recomendación que me hiciera Rocío. Dado que fue la excelencia del trabajo profesional realizado por Manolo, el sustento de su designación por el departamento de Estado esta en eso archivos. La segunda, que los animo a que se acerquen a la biblioteca Colon durante su próxima visita a Washington, pasaran unos momentos deliciosos confirmando que encontrarán a Manolo rodeado de amigos, como Vallejo y Basadre, junto con otros ilustres indoamericanos.
#TrasLosPasosDeManolo
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