Elecciones en USA: ¿Inmigración en problemas?
Ahora que sabemos: 1) quiénes son los candidatos en el “ticket” del partido republicano, como demócrata, 2) cuales son las plataformas de campaña de cada candidatura; y 3); qué: estamos a menos de 90 días de las elecciones. Es necesario entregar un informe especial, donde presentamos cifras referidas a la inmigración, su impacto económico e impuestos pagos, y lo que indican las plataformas de campaña al respecto. Incluiremos, además, la visión del votante latino respecto del proceso electoral y que piensan respecto de sus necesidades.
Adicionalmente, el Centro de Estudios por la Inmigración (CMS por sus siglas en inglés), en documento del 15 de Julio[2], informó que el promedio mensual de migrantes no autorizados, permanentes y temporales, se ha incrementado a 174,000 mensual desde abril 2021 respecto del promedio de 44,500 mensuales de los cuatro años precedentes. Con estos dos datos, uno de stock y otro de flujo, y luego de revisar las metodologías; podemos afirmar qué, si bien se requiere esperar los efectos de las políticas de salidas y deportaciones, es más que posible que el crecimiento observado en el stock desde 2022 en adelante sea mayor que el anterior a 2022.
El Instituto de Política Migratoria MPI, en el cuadro anterior, preciso que el 45% es de origen mexicano. Pudiéndose observar también. los 10 primeros países de acuerdo con el origen de los migrantes no autorizados.
Las estimaciones[3], reflejan también una creciente diversificación de la población no autorizada en los EE. UU., debido tanto a la disminución del tamaño de la población no autorizada mexicana que comenzó justo antes de la recesión 2008-2009, como a la ampliación de la variedad de nacionalidades que llegaron a la frontera (EE. UU. y México) en los últimos años.
Respecto de la población de nacionalidad mexicana no autorizada, el MPI, informa que estos aumentos globales fueron parcialmente compensados por la emigración de inmigrantes no autorizados mexicanos, que se situaba en 5,1 millones a mediados de 2022, habiendo caído un 34 por ciento desde su pico de 7,7 millones en 2007.
Ambas instituciones, en sus documentos hacen referencia que el aumento de inmigrantes no autorizados recientes fue impulsado por la migración de países como Venezuela, Colombia, Nicaragua y Haití. Sin embargo, CMS reporta que ninguno mencionados debió tener derecho legal a ser admitido y viajar a Estados Unidos con acceso a una autorización de trabajo, conocida como “CHNV Parole”, pero sin precisar más detalle de las razones.
De otro lado indican que ciudades santuario como Nueva York no han tenido que lidiar con una mayor crisis porque los agentes de la patrulla fronteriza detuvieron a casi 7 millones de inmigrantes ilegales en la frontera suroeste desde febrero de 2021. De no haberse realizado estas detenciones en frontera el promedio mensual hubiera subido en 145,000 adicionales.
Aporte fiscal y económico de la inmigración no autorizada
El Instituto en Tributación y Política Económica (ITEP por sus siglas en inglés) ha publicado los resultados de su trabajo de investigación[4] con el cual precisan que: “los inmigrantes indocumentados[5] pagaron $96,700 millones en impuestos federales, estatales y locales en 2022. De ese total, la mayor parte ($59,400 millones) fue al gobierno federal, mientras que lo restante ($37,300 millones) se pagó a los gobiernos estatales y locales”.
Asimismo, reportan que “los inmigrantes indocumentados pagaron en 2022 por concepto de impuestos federales, estatales y locales $8,889 por persona. En otras palabras, por cada millón de inmigrantes indocumentados que residen en el país, los servicios públicos ingresan fiscalmente $8,900 millones adicionales y más de una tercera parte de los impuestos que pagan los inmigrantes indocumentados son sobre el salario, y son esos impuestos los que se destinan para financiar programas a los que estos trabajadores tienen prohibido acceder. En 2022, los inmigrantes indocumentados pagaron en impuestos $25,700 millones al Seguro Social, $6,400 millones a Medicare y $1,800 millones al Seguro de Desempleo”.
A nivel estatal y local, menos de la mitad (46 por ciento o $15,100 millones) de los impuestos pagados por los inmigrantes indocumentados fueron sobre las ventas y las compras. Le siguen en orden de relevancia los pagos realizados en concepto de impuestos sobre la propiedad, tanto como propietarios como por inquilinos (31 por ciento o $10,400 millones), y, por último, los impuestos sobre los ingresos personales y comerciales (21 por ciento o $7,000 millones).
Seis estados recaudaron más de mil millones cada uno debido a los ingresos fiscales generados por los inmigrantes indocumentados que viven dentro de sus fronteras. Estos estados son: California ($8,500 millones), Texas ($4,900 millones), Nueva York ($3,100 millones), Florida ($1,800 millones), Illinois ($1,500 millones) y Nueva Jersey ($1,300 millones).
Finalmente, el ITEP expresó que de acuerdo con sus estimaciones “si se proporcionara la autorización de trabajo a los inmigrantes indocumentados, se aumentarían sus contribuciones fiscales debido a que sus salarios y sus tasas de cumplimiento fiscal aumentarían. Si se proporcionara autorización de trabajo a todos los inmigrantes que están indocumentados actualmente, sus contribuciones fiscales incrementarían de $40,200 millones a $136,900 millones por año. La mayor parte de los nuevos ingresos que se recaudarían ($33,100 millones) iría hacia el gobierno federal, mientras que el resto ($7,100 millones) sería para los estados y las localidades”.
Los planes de campaña
El plan republicano
Que encabeza el expresidente Trump[6], tiene como eje central “sellar la frontera y detener la invasión migrante”. Indicando que “los republicanos ofrecemos un plan agresivo para detener las políticas de fronteras abiertas que han abierto las compuertas a una oleada de inmigrantes ilegales, drogas letales y delitos migratorios” […] “Pondremos fin a la invasión en la frontera sur, restableceremos la ley y el orden, protegeremos la soberanía estadounidense y ofreceremos un futuro seguro y próspero para todos los estadounidenses”
El plan de campaña indica que: “restableceremos todas las políticas fronterizas de la administración Trump y detendremos todas las liberaciones de inmigrantes ilegales en el interior. Completaremos el muro fronterizo. Utilizaremos todos los recursos necesarios para detener la invasión, incluido el traslado de miles de tropas actualmente estacionadas en el extranjero a nuestra propia frontera sur, que se desplegaran para imponer un bloqueo total de fentanilo en las aguas de nuestra región, abordando e inspeccionando los barcos para buscar fentanilo y precursores de fentanilo. Antes de defender las fronteras de países extranjeros, primero debemos asegurar la frontera de nuestro país.
Anuncian hacer cumplir, las leyes de inmigración, fortalecer el ICE, aumentarán las sanciones por entrada ilegal y permanencia vencida de las visas, y restablecer la política de “Permanecer en México”. Asimismo, anuncian utilizar la ley de enemigos extranjeros para expulsar a pandilleros, traficantes de drogas o miembros de cárteles conocidos o sospechosos de Estados Unidos, poniendo fin de esta manera al flagelo de la violencia de pandillas de inmigrantes ilegales.
En el punto tercero, señalan textualmente, “comenzar el mayor programa de deportación en la historia de Estados Unidos”, “revirtiendo las políticas de fronteras abiertas que indican que el partido demócrata que han permitido” […], señalan textualmente, “estar comprometidos a enviar a los extranjeros ilegales de regreso a casa y expulsar a aquellos que han violado nuestras leyes”.
Los republicanos, “recortarán financiación federal a las jurisdicciones santuario que liberen a peligrosos criminales extranjeros ilegales en nuestras calles, en lugar de entregarlos al ICE” […] y exigirán “la cooperación local con el servicio federal de inmigración”.
Respecto de la posibilidad de desarrollar reforma migratoria. Consideran que, para garantizar sistema de inmigración legal, deben poner al trabajador estadounidense en primer lugar, priorizando la inmigración basada en el mérito, garantizando que quienes sean admitidos en nuestro país contribuyan positivamente a nuestra sociedad y economía, y nunca se conviertan en una carga para los recursos públicos.
El plan demócrata
Empecemos por la forma, reconoce la importancia de comunicarse en español con la comunidad latina y han prometido la primera campaña totalmente bilingüe en la historia del partido. Por eso no hay necesidad de traducción alguna, y la fuente, es directa. Adjunto en las notas[7] de este informe el enlace de la página web oficial de campaña del partido demócrata. La esencia del plan es “de muchos, somos uno” reconociendo que el sistema migratorio se rompió mucho antes de que el presidente Trump asumiera el cargo, pero que empezaran por corregir los errores de la administración de Trump.
Por lo tanto: “anularan la emergencia nacional”, según ellos inventada, “que desvía fondos de nuestros hombres y mujeres uniformados para construir un muro innecesario, despilfarrador e ineficaz en la frontera sur”. […] “pondrán fin de inmediato a las prohibiciones discriminatorias de viaje e inmigración de la Administración de Trump que impactan de manera desproporcionada a las personas musulmanas, árabes y africanas, e invitaremos a aquellos a quienes se les han negado visas bajo estas políticas xenófobas y antiamericanas a volver a presentar una solicitud para venir a los Estados Unidos”.
Indican que “apoyaran legislación para garantizar que ningún presidente pueda promulgar prohibiciones discriminatorias nunca más” […] “Restablecer, ampliar y simplificar las protecciones para los soñadores (Dreamers) y los padres de niños ciudadanos estadounidenses para mantener unidas a las familias en las comunidades que durante mucho tiempo han llamado hogar”.
Asimismo, que “revertirán las políticas de la Administración de Trump que evitan que las víctimas de violencia doméstica y de pandillas, así como las personas LGBTQ+ que no están seguras en sus países de origen, sean elegibles para solicitar asilo”; y pondrán fin al enjuiciamiento de los solicitantes de asilo en la frontera y las políticas que los obligan a presentar solicitudes desde “terceros países seguros”, que no son nada seguros.
Indican estar decididos a construir un sistema de inmigración para el siglo 21 que refleje nuestros valores, amplíe las oportunidades económicas para todos los estadounidenses y mejore nuestra competitividad global, proporcionando un camino a la ciudadanía para los millones de trabajadores, proveedores de cuidado, estudiantes y niños indocumentados que son parte esencial de nuestra economía y de los cimientos de nuestra nación.
Los demócratas creemos que la unidad familiar debe
ser un principio central de nuestra política de inmigración. Daremos prioridad
a la reunificación familiar para los niños que aún están separados de sus
familias, y restauraremos los programas de reunificación familiar eliminados
por la Administración de Trump. Apoyamos la legislación para tratar a los
cónyuges e hijos de los poseedores de la tarjeta de residencia (green card)
como parientes inmediatos y poner fin a su separación injusta. Eliminaremos los
retrasos en la tarjeta de residencia por familia y reformaremos el sistema para
acelerar las visas por-familia.
Trabajaremos con el Congreso para eliminar las barreras migratorias, como las prohibiciones de tres y diez años, y eliminaremos el período de espera de diez años para las exenciones de las prohibiciones permanentes que separan a los seres queridos.
El plan demócrata presenta numerosos otros detalles, como por ejemplo “garantizar que las parejas del mismo sexo y sus hijos reciban un trato igualitario dentro del sistema migratorio, reafirmar el compromiso con la migración basada en la familia; preservar el papel fundamental de las preferencias de diversidad. Indican además que se “aseguraran de que las personas que respetan la ley y que tiene Estatus de Protección Temporal o Salida Obligatoria Diferida no sean enviadas de regreso a países donde no pueden vivir de manera segura, y trabajaremos para allanar el camino hacia la ciudadanía para aquellos que han estado en el país durante un período prolongado de tiempo y que han construido sus vidas en los Estados Unidos”.
Por último, los demócratas indican que su propósito es “resolver las causas fundamentales de la migración: violencia e inseguridad, pobreza, corrupción rampante, falta de oportunidades educativas y económicas y los impactos del cambio climático”. Así como generar en los estadounidenses “un liderazgo disciplinado y programas de asistencia bien diseñados pueden ayudar a prevenir y mitigar los efectos de las crisis migratorias en todo el mundo, desde el sudeste asiático hasta el África subsahariana y América Central”.
[3]
Es importante precisar que respecto de la
inmigración no autorizada todos los trabajos de instituciones oficiales o
independientes son estimaciones, producto que involucra la interacción de
diversos flujos de actividades no fácilmente mensurables sobre la frontera y
puntos de ingresos oficiales.
[5]
Las observaciones metodológicas de la estimación
solo están disponibles en la versión en inglés, lo cual no ha impedido indicar
que no habría diferencia en las cifras respecto de la distinción entre
inmigrantes no autorizados e inmigrantes indocumentados con la que se expresan
estas instituciones.
Comentarios