Reseña de Libro: Autopsia del presupuesto civilista como derrocha una casta los dineros del pueblo
“No hay, sino que estudiar a fondo la Historia del Perú -
recomendación esencial de nuestro programa de educación política – porque basta
conocerla bien para comprender de inmediato la razón histórica del movimiento
aprista. Nuestro partido ha logrado a costa de una lucha viril de cinco años,
iniciar en el país la cruzada popular de la libertad. Dejo al ciudadano y al
compañero, la tarea reveladora de conocer este libro. El es, verdaderamente,
una completa autopsia. Su lectura es lección esclarecedora, estimulo tonificante
y constructivo”.
Haya De la Torre
Incahuasi
(Andes Peruanos) abril 23, 1936
Inicio la reseña del libro con el propósito de motivar su lectura, con las líneas finales del prólogo
de Haya De la Torre, porque estoy comprometiendo mi esfuerzo en transmitir la
esencia del espíritu que identifique al leerlo. Este trabajo publicado en 1936, realizado por la brigada técnica y estadística del partido
aprista peruano, es cuarenta años adelantado a su época.
En esencia, es trabajo de economía política. Es decir, técnico
y didáctico. Que demuestra la capacidad de sus autores para manejar, presupuestos
y mensajes. Identifica “civilistas”, como los peores entre los malos[1];
y que, “se sientan en todas las mesas para meter mano a todos los
bolsillos”[2];
y se aprovechan, de un “señorón, reumático y ocioso” estado; que
permite que, allegados y vivos, se aprovechen de cosas que no hace por sí mismo[3].
Haya textualmente resalta que: “es un excelente
trabajo de seminario […] que pone ante los ojos del pueblo peruano
la dramática realidad de nuestra anarquía presupuestal […] que la
prensa amarilla de la oligarquía civilista llamó “obra peligrosa”, “acción
disociadora”, “comunismo”, “sectarismo”, “agitación antipatriótica y subversiva”.
Esta cita textual de Haya desde Incahuasi, confirma no solo su efectividad política;
sino también, según sus palabras que “la descomposición oligárquica corroe todos los aspectos de
la política gubernamental del civilismo”.
El trabajo comparativo de presupuestos con cuatro países
indoamericanos[4],
dirigido por el c. Manuel “cachorro” Seoane, muestra análisis de “disección quirúrgica”
de gastos ejecutados. En lo que hoy llamaríamos: los ministerios de defensa e interior (incluyendo
gastos de planillas de militares y policías), pliego legislativo y presidencial,
relaciones exteriores, hacienda y deuda pública, fomento y justicia, educación,
gastos en alquileres, correos y telégrafos y otros gastos del estado.
Seoane, con su vibrante y aguda prosa, engrandece el trabajo al resaltar la
dificultad del recojo de información, desde diferentes países, indicando que incluso
llegó la ayuda desde la “organización clandestina del partido. Todo ello, sin gastar
una sola silaba mencionando que la brigada técnica y estadística se encontraba en el destierro. Además, derramó orgullo cuando se jacta que llegaron “a
cifras, centavo por centavo, partida por partida”, totalizando el despilfarro que
la brigada técnica identificó en S/. 14´887,160 millones de soles al año, de
esa época[5].
Con los ahorros posibles detectados, el presupuesto total de inversiones del país para ese mismo año (S/. 8´100,511), pudo ser 183 por ciento mayor. Mostrando
que, indiferencia con necesidades postergadas, es también, no evitar despilfarros.
Debo anotar que todo lector, iniciara la lectura, embriagado,
luego de leer la dedicatoria a Juan Arriola. Quien en palabras de Manuel Seoane
fue un anónimo compañero pisqueño “a quien la estrechez e injusticia de nuestro
medio arrojaron lejos del Perú”. Considero que las palabras del cachorro deben
estar en esta reseña, porque todos los apristas deben beber de ellas, para que se
animen a ir en la búsqueda del libro que se encuentra en la sala fondo antiguo
de la biblioteca nacional del Perú y en sala especial del Congreso de los Estados Unidos.
Nos dice Manuel, que Juan Arriola, “en Buenos Aires
comprendió su deber social y dedicóse de lleno al aprismo. Esclavizado por un duro trabajo, invertía
sus horas libres en el estudio y cumplimiento de las tareas del partido.
Personalmente me consta que dos veces le sorprendió la aurora preparando la
escala de sueldos del ministerio de Guerra. En plena labor una tuberculosis
galopante lo arrebato de nuestro lado. Disciplinado, fervoroso, tenaz en el
trabajo, leal hasta el sacrificio y la muerte. Juan Arriola fue un aprista
ejemplar y merece un homenaje colectivo. Por eso le dedicamos este libro que
tiene tantas huellas de su esfuerzo y su dolor.”
Hasta aquí las menciones individuales dentro de la reseña. Porque solo se individualizaron escritos de Haya De la Torre y de Seoane. Los
autores asumen posición militante, cerrando filas, debiendo reconocerse méritos,
debilidades y errores a todo el grupo. Como lo indican, desde la forma
disciplinada de presentarse, en marcial y estricto orden alfabético [6].
En este punto me disculpo con ustedes por permitirme una licencia
personal, producto de lo que significó el proceso de acceder al libro. Dado
que, entre las medidas de seguridad durante la pandemia y condiciones personales
de salud, me tomó casi tres años poder tenerlo en mis manos. Lo ubiqué en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, en el área de Washington DC
donde resido. Sin embargo, fue en la Biblioteca Nacional del Perú, Sala Fondo Antiguo, donde pude culminar
el esperado encuentro.
Durante ese tiempo sostuve el interés con el apoyo de la
reseña realizada por el historiador y profesor universitario de San Marcos (UNMSM),
Manuel Marcos. Expreso así, mi agradecimiento y reconocimiento a su trabajo. Además,
porque esta reseña no significa critica alguna a su trabajo, dado que tiene
humilde propósito diferente. Motivar la lectura del libro por parte del pueblo
aprista; y ojalá, una posible reedición.
El libro, publicado en 1936, es joya de trabajo técnico
político porque
lleva, a cualquier lector, con la ayuda de palabras sencillas y figuras, dentro
de un trabajo de análisis de cifras y conductas. Respecto del cual, dije al inicio, es
cuarenta años adelantado a su época. Porque solo la Comisión Económica para la
América Latina, inicia ese tipo de trabajos en 1976, con la publicación del
primer número de la “Revista de la CEPAL”.
Ahora pasemos a reseñar el cuerpo de la autopsia, para dar sustento a lo expresado. Desde el índice los autores dejan en claro, que la disección forense del gasto ejecutado no tiene órgano sin auscultar. Sin embargo, dentro de lo corresponde a una reseña, voy alcanzarles lo anotado respecto del Ministerio de Hacienda y Comercio, monto más grande de ahorros; y otro, pero de los pequeños, que corresponde al de Relaciones Exteriores.
Desde la introducción, precisan que en el “pestilente” presupuesto civilistas, es característica: la inepcia, inmoralidad y abuso. Identificando a una casta como la responsable de ello. El criterio de casta que distingue al presupuesto es definido “porque los mayores porcentajes se invierten en sostener al aparato de fuerza de la tiranía y las sumas más pequeñas en el estímulo de las actividades económicas nacionales, en la educación y cultura popular, la higiene y asistencia social”[7].
Hacienda
El apartado referido a la hacienda pública, lo inician con una
dureza que llamó mi atención. La transcribo, porque todos merecen conocerla por anticipado. “ningún Ministerio evidencia mejor que el de hacienda, la
desorganización, empirismo, rutina y coimería típicas del civilismo clásico.
Desde su mismo nombre -hacienda- que refleja la despectiva nomenclatura feudal
hasta su organización y funciones, todo es un testimonio acusatorio de la política
entreguista que realizan los actuales gobernantes del Perú”[8].
Es evidente que si encontras despilfarro en otros sectores, es porque lo permite el responsable central de la administración del estado. Pero no por ello se puede presumir que lo existirá en su sector. Sin embargo, fue desde hacienda, junto con deuda pública, donde la brigada técnica identificaron los mayores. Totalizando, siete de catorce millones, muy necesarios en favor de requerimientos postergados de la población o del aumento de productividad del estado.
Además, identifican con indignación creciente, respecto de los ingresos como el estado "entregaba la cobranza de impuestos a una compañía formada con fines de lucro
particular. [...] La cesión de depósitos judiciales se convertian en disposición
de una entidad bancaria semi privada.[...] la administración de muelles, cobrando
comisiónes y obtenia “escandalosas granjerías”.
Resaltan tambien, lo que llaman "la vieja maña de los políticos civilistas que convierten en un negocio lucrativo, cualquier función fiscal”[9] […] “El civilista entrega el trabajo a un tercero y el, sentado en su casa, hablando de patriotismo, de sus sacrificios, atacando a los apristas, se limita a cobrar el porcentaje respectivo y sacar las mayores tajadas posibles de la concesión. Mentalidad de zánganos, por eso reacciona con tanta violencia y saña cuando una fuerza como la nuestra exige que el estado retorne a su personería de administrador de los bienes públicos en representación de la nacionalidad”[10].
Otra de las responsabilidades del ministerio de Hacienda es lo referido a deuda pública. Para lo cual voy a transcribir algunos extractos de lo señalado respecto de ella:"los crecimientos de la deuda bajo el regimen de la paz y la concordia tienen más gravedad, porque el estado al encontrar cerradas las puertas del credito mundial, a causa de la suspención de pagos de amortización e intereses, se ha abalanzado sobre los fondos del Banco de Reserva, violando las expresas disposiciones legales que dieron origen a esa institución".
Consignan además, que el Perú dedicaba al servicio de la deuda el 10.51% del presupuesto. Señalando sin embargo que "el estado carece de autoridad moral y personeria economica para tratar de igual a igual con ellas [empresas extranjeras] dado que se humilla solicitandole prestamos que aquellas conceden en condiciones leoninas". Describiendo el prestamo de la International Petroleum como caso significativo.
Otro aspecto saltante en sus propuestas sobre la deuda, fue la transaccion con acreedores y la fijación de la capacidad de pago. Se consignaron estas alternativas y la forma de ejecutarlas, junto con el reconocimiento de la necesidad de "reabrir para el Perú nuevo las fuentes del credito internacional, sin las cuales es absolutamente imposible planear una transformación del volumen de la nación".
Termino indicando que la estabilidad cambiaria fue otro aspecto dentro de la deuda que consideraron tambien determinante. Dos citas de lo mencionado en la página 155, ayudaran a sopesar la importancia que le daban los autores. "Recordemos ya en el siglo VVI -el jesuita mariana- al negar a los principios este "derecho" (de valorizar) decia desvalorizar la moneda es crear nuevos impuestos a los subditos sin su consentimiento" [...] "Los diarios "serios" de la capital se han dividido en dos bandos unos defendiendo la desvalorización y otros su revalorización. Claro que ninguno por defensa de los altos intereses del pueblo, en cuyo nombre hablamos desde nuestras trincheras".
Relaciones Exteriores
Respecto de las relaciones con el exterior, entre las páginas 78 y 87, se narran y documentan, con cuadros y gráficos, la disponibilidad de tres cuartos de millón de soles en ahorros que “duques y barones del neocivilismo […] recalan como viejos pontones insumergibles de nuestra democracia parasitaria junto a los relucientes destroyers que formaron generación extranjerizante”. Además, describen las acciones del diplomático civilista quien “debe creerse buenmozo, de apellidos sonoros, saber bailar desde el tango al rigodón, comer artísticamente manjares complicados, aunque en compensación ignore los problemas del Perú”[11].
Según puede verse en la gráfica y de la redacción nos dicen que Perú en 1936 “tiene más, aunque menos útil personal diplomático que Uruguay y Chile, no puede compararse desde luego, con Argentina y México […] revela la política casera de nuestro presupuesto diplomático”. Encuentran además que “la misma inflazón de las embajadas y legaciones se advierte en los consulados del Perú. Recordando que ellos, en numerosos casos, han constituido premios políticos para personajes de moral dudosa”[12].
Comprobaron el despilfarro existente en el servicio cablegráfico, muy costoso en esa época. Cuando mostraron que “el ministerio de relaciones exteriores del Perú es el que más gasta en servicio cablegráfico. Más que México, que tiene 330 empleados diplomáticos en el exterior y más que la República Argentina que dispone de un personal de 289 funcionarios distribuidos en todos los países del mundo”.
Conclusiónes
Con la misma rotundidez de ver huir a alguien, porque está buscando
la salvación. La brigada técnica desnuda en la comparación, que en el
presupuesto civilista no tenía “ningún método racional, ningún sistema
científico, ni un solo indicio de plan e ideas generales que han normado o
inspirado la formación de nuestros presupuestos” Teniendo como contraparte la respuesta que Haya
De la Torre, que ante esa realidad de “anarquía presupuestal” provocada por el
civilismo, inscribe la resolución: “dictaremos un
presupuesto científico, con fijación obligada de un porcentaje destinado a fomentar
la explotación de la riqueza nacional”.
Esta resolución es, junto con la exacta descripción de las razones de la insurgencia
aprista. Lo que considero “tesoro” del libro. Lo inmutable en el
tiempo, porque implica la necesaria transformación del estado, para un propósito,
lograr ejecutar lo requerido. Porque sin cambios en la gestión presupuestal, no
se puede realizar la verdadera revolución en democracia.
A diferencia de tiempos actuales, en que los lineamientos de
mejora en la gestión presupuestal, vienen desde el Fondo Monetario Internacional,
la OCDE o el Banco Mundial. El aprismo logro que puntos centrales como: 1)
clasificar apropiadamente los diferentes pliegos; 2) estudiar permanentemente
la marcha de ingresos y egresos, consignando mensualmente resultados; 3)
recoger de la Superintendencia de Bancos, Consulados, Cámaras de Comercio, las
posibilidades de ingresos; 4) revisar las partidas no específicas del
presupuesto, para conocer si están bien calculadas; entre otras acciones, fueran
incluidos en las normas presupuestales.
La publicación motivo cambios que no se hicieron
esperar. El trabajo realizado por la brigada técnica y estadística obligó a dar
la Ley N°8488 del 30 de diciembre de 1936, donde se creó el Servicio de Presupuesto.
Convirtiendo a la Dirección de Presupuesto, del Ministerio de Hacienda y
Comercio; en el centro para modificar la confección del presupuesto de la
república a fin de que responda a normas técnicas. Así como otras disposiciones se fueron concretando a lo largo de los años.
Los gráficos o caricaturas de comparación, del costo del
aparato de recaudación u otros, por ejemplo, son de piezas de central importancia. Sin embargo, como única debilidad debo señalar que no hay cuadros de detalle
de las cifras, solo los totales porcentuales. Ello no descalifica, a mi criterio, las conclusiones de la existencia de anarquía presupuestal. Dado que en casi todos los casos, el Perú tenía
las mayores desviaciones en su contra.
Además, durante la lectura no se identifica mención de ratios
de sostenibilidad (deuda o déficit, sobre producto). Puede ser en razón que Haya siempre indicaba que "en el Perú se confunde
finanzas con economía". Reconociendo, por tanto, que solo una férrea disciplina fiscal
(en gastos e ingresos), que incremente la productividad del estado, es la forma
de equilibrar esfuerzos en el proceso de conquistar lo anhelado[13].
Al finalizar la lectura queda claro, que el "estado aprista" tiene clara definición y necesaria transformación para poder servir al pueblo. A mi entender, todos los que quieran hablar del aprismo en el siglo XXI, vamos a tener que llegar
allí. Porque esa es esencia en el aprismo: “Transformar al estado, para
poder servir al pueblo postergado”.
La esencia de la transformación del aprismo en el siglo
XXI es tener clara la lucha. La claridad en el objetivo de su lucha, que es,
la transformación del estado para poder ejecutar lo postergado. Sin transformar
al estado no se puede. Nadie lo va a hacer por él. Porque los que están postergados no lo
pueden hacer por ellos mismos, y los que vienen haciendo cosas, no van a cortar
sus privilegios para satisfacer lo necesario por postergados. El único que
va a poder hacer lo necesario es el estado, y si no lo transformamos, no se va
a poder disponer de los recursos. Esa es la esencia de la autopsia del
presupuesto civilista de 1936.
Termino señalando que al leer libro vamos a identificar con claridad, de acuerdo a los autores, como en los años treinta del siglo pasado, el presupuesto público
era manejado por un “espíritu” entreguista, el cual dejaba a su paso, huellas de
su cultura de indiferencia y arribismo centralista. Por ello hoy, tenemos la obligación
de hacer un esfuerzo de disección quirúrgica similar en los presupuestos. Dado que
todo parece indicar que, en las cifras actuales, aunque mejor ordenadas, deambulan “fantasmas”
que dejan similares huellas.
[3] Óp.
Cit. Pág. 107.
[4] Argentina,
Chile, México y Uruguay.
[5]
La cifra de inversiones ha sido
obtenida de la publicación Inversiones Públicas en el Perú (1900-1968) Cuadernos
de Investigación (1988) Portocarrero Felipe y otros - Universidad del Pacifico.
Para aquellos que deseen referencias con el dólar, el tipo de cambio con el dólar
fluctuó entre 3.94 – 4.19 soles por dólar (valores mínimo y máximo durante ese
año), de acuerdo con la memoria del Banco Central de Reserva del Perú para ese
año. Además, un dólar de 1,936 equivale
aproximadamente a 22 dólares de hoy.
[6]
Seoane, Manuel (Dir.) Prólogo de
Víctor Raúl Haya de la Torre. [“Brigada Técnica y Estadística Álvarez Jorge,
Arriola Juan, Cavero, Jorge, Luis y Rafael, Koster Enrique, Cossio del Pomar
Felipe, García Stens Jorge, Gianelloni Luis, Ortiz Armando, Otero Hugo, Paredes
Juan Luis, Soldi Pablo, Tirado Remigio, Townsend Andrés, Ugarte Juan Manuel,
Valverde Jorge, Zevallos José M.”]. Editores Comité Aprista de Buenos Aires
[7] Óp.
Cit. Pág. 11.
[8] Óp.
Cit. Pág. 107.
[9] Óp.
Cit. Pág. 107.
[10] Óp.
Cit. Pág. 109.
[11] Óp.
Cit. Pág. 78.
[12] Óp.
Cit. Pág. 84.
[13] Hoy
se conoce como #LegitimidadFiscal a la confianza que gana el estado por el apropiado
gobierno de gastos y tributos. https://minutodigitalperu.com/luis-zolla-explica-economia-de-la-libertad-y-legitimidad-fiscal/
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