Como acercarnos a una gestión publica aprista desde la coyuntura económica de hoy

Judas besa a Jesús y deja impresa
en su rostro de Dios, la felonía;
mientras la Magdalena con sus besos
fortifica piadosa, su agonía.
Besos Gabriela Mistral (1,914)


He iniciado esta entrada con unos versos del poema titulado Besos de Gabriela Mistral en cariñosa entrega a todas las madres por su día. Aunque como siempre me referiré a ¿Cómo funciona la gestión del gobierno en materia de economía, a saber ¿si seguimos sin rumbo preciso? o ¿si el gobierno tiene un programa mínimo de gestión?

En general diré que seguimos sin rumbo. Porque las acciones están basadas en populismo puro y duro. 1) Gestión pública de “agendas sociales” como las que se promocionan, pero no se ejecutan; 2) junto a un MEF que no tiene posición respecto de la compra de ENEL, 3) la Inversión en exploración (minera y petrolera) o la posible venta de acciones de Glencore en Vólcan. Como ven se puede considerar una vulgar estafa porque la falta de previsión hace llegar tarde a todos los posibles incendios.

Acompaño estas líneas con una preciosa foto del nevado Rajuntay de 5,475 msnm situado en la región Junín provincia de Yauli,  porque para coronar la cima de la gestión pública los apristas conocemos que nos enfrentaremos a las listas de lavanderías populistas financiadas solo con reclamos de mayores impuestos. Esas listas que fueron acuñadas por los #rábanos en el siglo pasado y han sido reeditadas por #caviares bajo el nombre de #AgendasSociales con aderezo de #JusticiaTributaria.

El propósito es simple, ser usadas como forma de concretar la representación de grupos poblacionales. ¿Por qué? No necesitan articular propuestas con lo requerido por la realidad (ni financiera ni organizativamente), y buscan proveer lo que la gente quiere, no lo que se necesita.

Obviamente el gobierno no tiene mínimo un programa o un plan de acción inmediata. Porque para ello requeriría, claridad de objetivos, respetar principios; y no ser resultado de “encuesta populista”, sino de trabajo de profesionales en todos los campos. “Con Punche” en sus dos versiones está lo más alejado de ello. Porque no reconoce que no hay forma qué con el mismo estado de hoy, desorganizado, desmotivado e ineficaz, se puedan promover nuevas acciones y sobre todo más productivas.

Se requieren por tanto cambios en el estado primero. Porque seguir como estamos es como trabajar queriendo llenar un tanque acarreando agua con baldes con múltiples agujeros y varios con el asa rota. Ese desperdicio ha hecho crecer el ratio de deuda a producto (a 36 por ciento) junto con la existencia de déficit fiscal estructural. Por lo tanto, se requiere claridad en las modificaciones que el estado necesita.

Es necesario ampliar los ingresos fiscales, si. Pero más importante es no promover ejecución de agendas con despilfarro, porque las brechas de infraestructura y sociales (pensionaria, educación y de salud) se mantendrán o incluso se acrecentarán, porque tenemos los problemas de un estado deteriorado por el centralismo y la corrupción.

¿Qué acciones inmediatas se debe asegurar en la economía nacional para impulsar y mover los motores de la producción?

Lo indispensable es un programa mínimo que respete principios. Para ello se requiere fomentar por un lado: la Inversión (público y privada) verdadero motor de la economía; así como por otro, el respeto de reglas fiscales que aseguren legitimidad, no solo equilibrio financiero ni solo justicia fiscal. La economía peruana ha demostrado que es capaz de generar rápidamente reservas internacionales, lo que le permite afrontar crisis externas. Pero no dispone de reservas fiscales, ni tiene la capacidad de generar este tipo de reservas.


Ya he mencionado que tenemos un endeudamiento del 36 por ciento del producto y anualmente a pesar que presupuestamos gastar +/- 20 puntos del PBI (pre-pandemia) no logramos solucionar problemas porque muchos de nuestros programas están agujereados (se pierden recursos).

Por lo tanto, se requiere retomar el crecimiento en las tasas de inversión manteniendo una media que reconstruya reservas fiscales que fueron utilizadas. Lo ideal sería, con un mejor y más simple sistema tributario que permita generar ingresos fiscales permanentes y reducir la informalidad. Pero eso es lo ideal, hoy cuando menos que aumente los ingresos porque si bien hay consenso en cuanto a lo que no se debe de hacer aún no tenemos consenso respecto de lo que se debe hacer en cuanto a gestión pública regional y las formas de afrontar la informalidad rural y urbana.

Mientras tanto, una de las tareas en la que todos los ciudadanos podemos colaborar es rompiendo “mitos” o “falacias mediáticas”. Como esa de las cuerdas separadas entre política y economía. No existe eso. Siempre se afecta una hacia otra, lo único que nos engaña es el cómo se mide. Pero también ahora que se ha puesto de moda revisar puestos debemos tener claro ¿Qué perfil de ministro de economía necesitamos ahora?

Necesitamos ministro de Economía con sencillez, pero sobre todo con TÍTULO MORAL. Los de PhD y Maestría, altamente digitales y de complejas expresiones, han demostrado que su “verosimilitud” es inversamente proporcional a sus títulos de cartón.

Mientras todos los presidentes de los últimos treinta años han tenido problemas judiciales, los “ene” ministros de economía durante el mismo periodo, no. Extrañas situaciones se dan en el estado peruano, a pesar de que a través de Pro Inversión se ha dado viabilidad técnica a la corrupción, y desde el Viceministerio de hacienda, a la perdida de credibilidad producto del despilfarro.

La pérdida de credibilidad la identifico además, porque junto a la soberbia en validar programas presupuestales insostenibles, tienen debilidad en la toma de decisiones alejando la confianza de “inversores”. Es cierto que se requiere reorganización administrativa, pero en mi experiencia he identificado, que los ministros de economía que logran mantener perspectiva con madres de familia y con inversores, consolidan posición de buen ministro.

Ojo que no lo considero cuestión de género, si no de la habilidad del profesional para ejecutar lo planificado, y de responder a lo que insurja, manteniendo clara identificación con esos dos grupos. No es que uno sea superior a otro, sino que son dos cotas diferentes. En paralelo a lo que menciono respecto del perfil del ministro, considero que los peruanos debemos definir también ¿Cuál es el perfil del "ministerio" de Economía y Finanzas que necesitamos para este nuevo siglo?

Para ello debemos consultar a todos los economistas, incluso a los del Banco Central y del Consejo Fiscal; porqué, así como la inflación es un fenómeno monetario. En todo el mundo se ha generado por la complicidad dentro de una tecnocracia centralista generadora de déficits públicos financiados con recursos de los banco centrales. Por ello, los apristas no hablamos de tributación verde o de justicia tributaría que signifique solo una distribución más progresiva, equitativa y transparente de la renta minera.

Los apristas concebimos la necesidad de reformar el estado como un todo, como una integralidad, que permita consistencia moral y ningún doble racero. Que se constituya en supremo movilizador de las fuerzas morales del país a través del presupuesto público sustentada en una gestión con legitimidad fiscal. La predica de Haya De la Torre no fue en el desierto y la sangre derramada por la verdadera revolución peruana desde hace casi cien años hace necesario que: Abramos el debate con dialogo, que lo peor que nos puede pasar es quedarnos como estamos.


#ReformaDelEstado #LegitimidadFiscal #EconomíaDeLaLibertad


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