Renovación con Mística: ¿Es lo que quieren los puros y sinceros?


El título de este artículo lo he tomado de un slogan de campaña que uso una joven dirigente del actual CEN. No lo hago para ser general después de la batalla ni para criticarla con términos que se usaron o incluso se volverán a usar. Si no para dar pie a preguntarme ¿Como compañeros jóvenes, que forman parte del actual CEN, incluida dirigencia nacional y dirigencia regional, van a convencer a militantes apristas que ellos son la “nueva” Izquierda democrática?

Considero que va a ser una tarea muy difícil, y va a requerir más que solo semiótica, o incluso copiar estrategias que uso la “prensa mermelera”. Pretender “apiolar” el haber sido soporte e incluso marchado, junto a símbolos de la derecha peruana corre el riesgo que les califiquen como la “falsa izquierda” democrática. Me explico, considero que ya no saben cómo se realiza esa lucha social desde la izquierda o han perdido la práctica, y segundo, porque poblacionalmente los grupos con los que han estado marchando, no están incluidos dentro del frente único de trabajadores manuales e intelectuales.

Debo ser honesto que realmente no sé cómo van a hacer esa tarea sin romper convicciones y tener que pelearle, de manera directa y casi suicida, los votos a la derecha dentro de su cancha. La estrategia aprista siempre ha sido opuesta a esa, es decir bien posicionado en su base de izquierda, captar votos de sectores progresistas con ideas de derecha.

Estimo que la falta de esfuerzo por escribir de economía, aun sin tener esa formación, ha hecho que no desarrollen habilidades e incluso ni se cuestionen profundamente sobre su posición aprista. Obviamente no pretendo que igualen la producción de titanes como Luis Felipe De las Casas, Carlos Manuel Cox o Manuel Vásquez Díaz, pero esforzarse por participar en el análisis les tendría más preparados para el debate que solo estar ágil y creativo usando 240 caracteres.

Está claro que el candidato que salió electo se ha definido como Marxista, Leninista y Mariateguista, aunque para mí, más tiene de Maoísta que dé Mariateguista. El vientre político que lo parió, como muchos partidos, tiene facciones más extremas a su interior (filo-terrorista les llaman ahora). Pero la crítica desde un partido como el APRA no debe ser solo respecto de lo que parecen, o lo que sabemos que son. Si no a lo que hacen, o no, y de como lo hacen. Seoane nos enseñó a pelar comunistas criollos porque la lucha democrática no es solo respecto de cómo se define o piensa. La diferenciación ideológica es solo una parte de la lucha, sino sobre todo debe ser respecto de lo consecuente que se es, con lo que se piensa (hacer lo que se dice y piensa).

El partido aprista peruano tiene un histórico compromiso con la vida, la familia, las libertades civiles, el respeto a valores tradicionales nacionales, y las creencias de todos (mayorías y minorías). Durante 97 años hemos luchado entregando sangre por esos principios, y por las luchas sociales en el Perú y Latinoamérica. El broche de oro de esa lucha que encarno Víctor Raúl Haya de la Torre se da en el esfuerzo constituyente. Allí se materializa una visión que muchos quieren retomar.

Por otro lado, los ejemplos de lucha de la militancia por la justicia social de pan con libertad son innumerables, pero ninguno con slogan y banderas de la derecha. La estrategia de engañar y confundir que siguen algunos dirigentes de Perú Libre, se le debe hacer frente sin comprometer nuestros principios apristas. Sin darle más armas a nuestros enemigos, que por años nos han atacado indicando la derechización del partido. Debemos evitar que la dirigencia de los últimos 30 años traicione a los primeros 30 años de aprismo.

La lucha por la democracia no solo pasa por poner sobre la mesa ideas a ejecutar que sean concordantes con los principios, por los cuales se han luchado durante estos 97 años. Las marchas democráticas que un agotado dirigente del partido promueve, donde juntan perro, pericote, y gato republicano. Gritando por una democracia “de igualdad de oportunidades” que ni siquiera da igualdad en algunos resultados. Eso no convence ni atrae a sectores populares, porque esos mismos sectores populares, no los han visto pelear por sus problemas antes.

Por ello, para el APRA la estrategia de una guerra psicológica “Mc Cartista” no puede ser la forma de hacer frente al problema. Porque ser furgón de cola de "Korruptos y traferos”, es tan malo como aplaudir la huancaína banda de los “dinámicos del centro”. Los militantes del partido, seguidores de Víctor Raúl somos férrea oposición de ambos, con igual intensidad y compromiso.

No olvidemos, que tanto la conducta de la derecha como la de interesados progresistas y liberales, hicieron el camino fácil para que Perú Libre llegara al poder. Desde allí, ellos se han aliado a la corrupción Vizcarrista y están siguiendo lo que Alinsky decía en su libro “Reglas para Radicales”, ocultan su propósito real. Eso ¿Como se combate? De la misma manera, sobre todo cuando se tiene un partido desorganizado, desunido y destruido por la acción de una cúpula caduca.

La codicia, ambición y el egoísmo ha estado presente los últimos 30 años en la gestión partidaria del PAP. Tanto que hoy se esta llegando a la erupción de otro absceso lleno de pus, con eso de la inscripción partidaria. Lo único que queda es cuidar al enfermo con la verdad, nada de fantasías románticas o ingenuidades. Nada de autoengaños, porque entre nosotros los puros y sinceros, hay compañeros de viaje, oportunistas e incautos; y a todos ellos los veremos ir.

Por ello la juventud de hoy, ya no tan joven dentro del PAP, NO PUEDE SEGUIR APOYANDO EN EL PODER DE LA ADMINISTRACION DEL PARTIDO A UNA BUROCRACIA QUE NO ENMIENDA Y PAGA POR SUS ERRORES.





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