Waldo Mendoza: ¿El profesor a punto de ser jalado?

El actual Ministro de Economía y Finanzas, Waldo Epifanio Mendoza Bellido, ayacuchano profesor principal de la PUCP en materias relacionadas a la macroeconomía, tanto en pre como post grado y recientemente ingresado a la base 6 de su vida (Abril 7), ojala no destruya el capital de credibilidad que acumuló durante su carrera académica y profesional, sobre todo considerando el poco tiempo que le queda al presente gobierno.

Me explico, no sin antes felicitar la labor que viene realizando Fiorella Muedas y su equipo de Sol Sonrisa para ayudar a la niñez que sufre desamparo. Mis oraciones las dedico para que pronto puedan retomar las acciones en ayuda a población infantil expuesta al friaje, en adición a las que actualmente están realizando en apoyo a Ollas Comunes. Mi solidaridad y apoyo siempre estará con los mas necesitados, por ello no dejen de visitar la pagina en Facebook y comunicarse con ella para apoyar los proyectos de esta ONG.

Ahora si vamos al lio como decimos los taurinos. Desde mi humilde opinión hoy debe primar el control de daños como prioridad en la gestión pública, dado los casi nulos márgenes que existen para promover nuevas actividades. Dentro de ello, la responsabilidad fiscal debe ser el núcleo de ese accionar, a la luz de lo acontecido desde que se registro el paciente cero por COVID-19. Adicionalmente, el actual equipo profesional del MEF esta mermado, salvo muy reconocidas excepciones no existe ni el numero ni la experiencia profesional para hacer frente a la inmensa tarea de salir de la crisis. Además que los grados de libertad financiera que se disponían hace unos 6 meses no existen y no se debe esconder nada bajo de "la alfombra".

Precisemos hechos. El Perú durante el 2020 ha manejado la crisis con endeudamiento producto del reconocimiento que tenían sus títulos en mercados internacionales y de la capacidad de su economía. La disponibilidad de crédito necesario para financiar la crisis se puede medir no solo por lo exitosas de las emisiones realizadas durante el último año, sino porque el propio Fondo Monetario Internacional aprobó el 28 mayo una Linea de Crédito Flexible de US$ 11,000 millones por un termino de 2 años que no estaba condicionada al cumplimiento de meta alguna o a desembolso en fases. Esta línea de crédito fue posible no por una clave mágica que fuera ingresada en la constitución "fujimorista" del 93, sino por el reconocimiento ganado en los últimos 30 años (basado en crecimiento económico) a pesar que diferentes equipos no fueron capaces de respetar normas de transparencia, fortalecimiento y responsabilidad fiscal, encontrando soluciones parciales en las diferentes coyunturas.

Desde la situación critica de los años noventa, donde la deuda publica bruta llegó al 90 por ciento del PBI, se logró reducir en 30 años el ratio de deuda producto al 26.8% en el 2019. Nivel que algunos considerábamos ya tenia complicaciones porque varios proyectos a los cuales se les había destinado endeudamiento no eran lo suficientemente rentables y por las complicaciones estructurales para incrementar los ingresos tributarios. Por otro lado, en la mejora del nivel de endeudamiento del estado ha sido determinante el rol promotor de la inversión (privada y pública) que se adoptó permitiendo generar suficientes ingresos fiscales, a pesar de las rigidices de la economía peruana (desorganización recaudadora, impuestos regresivos, evasión e informalidad).

La caída en los ingresos (recursos ordinarios) del sector publico, producto de la pandemia y de las erradas medidas adoptadas, determinaron que de acuerdo a cifras oficiales del MEF, el deficit fiscal salte de 1.6% en el 2019 a 10.7% al cierre del 2020. Con ello el ratio de endeudamiento a 35.4% del PBI. Ojo que existen estimaciones que la caída en el producto puede estar cercana al 12% con lo cual el ratio de endeudamiento sería cercano al 38% del PBI, aunque ello se sabrá cuando se dispongan cifras definitivas. Asimismo de acuerdo al BCR, los ingresos corrientes del gobierno general disminuyeron en 15.8% y representaron solamente el 18% del producto.

Por estas cifras si creen que el señor ministro puede cancheramente, manos en los bolsillos, ponerse delante de la representación nacional y torear lo que se viene se equivocan. Por ejemplo la responsabilidad fiscal obliga al titular del MEF no solo a indicar los supuestos de las estimaciones sino las acciones requeridas para cerrar los deficits de todo el sector publico no financiero (gobierno central + empresas e instituciones publicas) Así como las acciones que equivalen a un incremento en los ingresos fiscales permanentes en cuanto a ampliación de base tributaria, control de la evasión y crecimiento económico.


Asimismo, si bien al amparo del Marco de Responsabilidad y Transparencia Fiscal se pueden suspender reglas fiscales (en caso de desastres naturales o shock externos significativos) como el ocasionado por la pandemia. Tales excepciones: 1) deben ser otorgadas por la ley, 2) deben actualizarse las previsiones en el marco macro económico multianual, y 3) incluirse una ruta de retorno a los limites fiscales. Es obvio que aspectos de responsabilidad fiscal como el que demanda la pandemia nunca fueron previstos, pero hacer frente a un "rebote con rebrote" deja en claro que la estabilidad fiscal y credibilidad de la economía dependerá, no del manejo de variables económicas como la inflación, devaluación, exportaciones, tasas de interés, sino de una masiva y efectiva vacunación a corto plazo.

Por otro lado, de acuerdo a las previsiones del MEF para el ejercicio 2021 se considera un deficit fiscal del 6.2% del PBI y solo un aumento efectivo y real en la recaudación haría reducir la tendencia de aumento en el ratio de endeudamiento. Según cifras de la reciente visita del Fondo Monetario Internacional, prevista en la línea de crédito flexible, se proyecta cerrar el 2021 con 43% de endeudamiento respecto del producto, sin incluir el peso de Reactiva Perú que es el programa de garantía estatal hasta por S/. 60 mil millones (US$ 17 mil millones) que se implementó para evitar la quiebra masiva de empresas y dar estabilidad del sistema financiero mitigando parcialmente los efectos económicos de la pandemia. El efecto de ese programa ira pasando a deuda pública en la medida que se declare el no pago. Si todo fuera declarado en no pago el efecto en el ratio de deuda producto al cierre 2020 seria 7.8 puntos mayor, es decir 51%.

Por lo expuesto hasta el momento queda claro que la determinación del plazo y la estrategia para alcanzar un balance fiscal, se basa en: 1) no mentir y no mentirnos a nosotros mismos, 2) no asumir lo que es responsabilidad de un próximo gobierno y 3) marcar confianza al cuidar todo dispendio injustificado en lo que queda hasta el 28 de Julio. Sin embrago esto es difícil en un país donde no se llega como practica general a acuerdos mutuamente consensuados. Si no por el contrario, los impone el que debe hacer lo necesario para construir el retorno a a la estabilidad fiscal (próximo gobierno).

Pero a pesar de saber cual es la lista básica para hoy, el ministro ha hecho poco o nada para mejorar la calidad del gasto, dado que hace meses se rindió al intento de recuperar fortalezas de fiscales por considerarlo imposible. Es moralmente inaceptable que desde el Ministerio de Economía y Finanzas se promueva o permita gasto de mala calidad y hasta corrupto.

Asimismo, espero que el ministro Mendoza deje de encubrir lo que recibió (de la gestión de la ministra Tony Alva) y que le significa hoy muchas dificultades para mantener el buque a flote en medio de grandes tormentas. La joven ministra mostro sentimientos, pero sobre todo pobre capacidad para las finanzas públicas, controlar gastos, la corrupción y para construir soluciones que no destruyan la economía de familias y pequeñas empresas (sus "bonos" le fueron enmendados varias veces no llegando a beneficiarios y COFIDE le arreglo la ejecución de Reactiva para que no parezca asalto a mano armada a las arcas fiscales).  Es claro por las cifras mostradas, que el ministro Mendoza no dispone hoy de todo lo que costo años construir y ello se refleja en un desesperado MEF subiendo el ISC a la cerveza, cigarrillos y bebidas alcohólicas además de anunciar cambios al umbral de fiscalización. ¿Porque? Por la evidente desesperación de no querer estar atrapado a incumplir la ley que prohíbe financiar gasto corriente con endeudamiento.

Finalmente espero que la tecnocracia, tanto en el sector público como en consultoras, ayude al ministro Mendoza a encontrar soluciones y no a engañar al pueblo apoyando el ocultamiento de tres perlas finales. La caída en los ingresos fiscales (1.7 puntos del PBI en el 2020 y 2.4 adicionales en 2021), la situación de la refinería de Talara y PetroPerú; y la situación que se viene acumulando en EsSalud. Sobre la segunda, la modernización sabemos que costará US$5,000 millones y PetroPerú esta endeudada por US$3,300 millones lo cual es equivalente al 95 por ciento de su capital propio. Refinaría sin petróleo y sin posibilidad de hacer ingresos suficientes para enfrentar sus deudas, quiere decir que estará técnicamente quebrada muy pronto. Asimismo la situación deficitaria de EsSalud que cerró al 2020 en US $280 millones de perdidas totales (US$330 perdidas operativas) y ha febrero del 2021 ya tiene un deficit operativo de US$100 millones, para una institución que no puede parar, han caído sus ingresos en 7.8 por ciento y debe atender a un tercio de la población peruana en medio de una penosa segunda ola.

Me despido deseando, una cálida bienvenida a los sesenta al señor ministro y que los candidatos que pasen a la segunda vuelta, pongan presión para que el MEF transparente la posición real de lo que enfrentaran; porque estimo que ninguno, tendrá suficiente votación como para tener mayoría parlamentaria.

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