Waldo Mendoza: ¿El profesor a punto de ser jalado?
El actual Ministro de Economía y Finanzas, Waldo Epifanio Mendoza Bellido, ayacuchano profesor principal de la PUCP en materias relacionadas a la macroeconomía, tanto en pre como post grado y recientemente ingresado a la base 6 de su vida (Abril 7), ojala no destruya el capital de credibilidad que acumuló durante su carrera académica y profesional, sobre todo considerando el poco tiempo que le queda al presente gobierno.
Precisemos hechos. El Perú durante el 2020 ha manejado la crisis con endeudamiento producto del reconocimiento que tenían sus títulos en mercados internacionales y de la capacidad de su economía. La disponibilidad de crédito necesario para financiar la crisis se puede medir no solo por lo exitosas de las emisiones realizadas durante el último año, sino porque el propio Fondo Monetario Internacional aprobó el 28 mayo una Linea de Crédito Flexible de US$ 11,000 millones por un termino de 2 años que no estaba condicionada al cumplimiento de meta alguna o a desembolso en fases. Esta línea de crédito fue posible no por una clave mágica que fuera ingresada en la constitución "fujimorista" del 93, sino por el reconocimiento ganado en los últimos 30 años (basado en crecimiento económico) a pesar que diferentes equipos no fueron capaces de respetar normas de transparencia, fortalecimiento y responsabilidad fiscal, encontrando soluciones parciales en las diferentes coyunturas.
Desde la situación critica de los años noventa, donde la deuda publica bruta llegó al 90 por ciento del PBI, se logró reducir en 30 años el ratio de deuda producto al 26.8% en el 2019. Nivel que algunos considerábamos ya tenia complicaciones porque varios proyectos a los cuales se les había destinado endeudamiento no eran lo suficientemente rentables y por las complicaciones estructurales para incrementar los ingresos tributarios. Por otro lado, en la mejora del nivel de endeudamiento del estado ha sido determinante el rol promotor de la inversión (privada y pública) que se adoptó permitiendo generar suficientes ingresos fiscales, a pesar de las rigidices de la economía peruana (desorganización recaudadora, impuestos regresivos, evasión e informalidad).
La caída en los ingresos (recursos ordinarios) del sector publico, producto de la pandemia y de las erradas medidas adoptadas, determinaron que de acuerdo a cifras oficiales del MEF, el deficit fiscal salte de 1.6% en el 2019 a 10.7% al cierre del 2020. Con ello el ratio de endeudamiento a 35.4% del PBI. Ojo que existen estimaciones que la caída en el producto puede estar cercana al 12% con lo cual el ratio de endeudamiento sería cercano al 38% del PBI, aunque ello se sabrá cuando se dispongan cifras definitivas. Asimismo de acuerdo al BCR, los ingresos corrientes del gobierno general disminuyeron en 15.8% y representaron solamente el 18% del producto.
Por lo expuesto hasta el momento queda claro que la determinación del plazo y la estrategia para alcanzar un balance fiscal, se basa en: 1) no mentir y no mentirnos a nosotros mismos, 2) no asumir lo que es responsabilidad de un próximo gobierno y 3) marcar confianza al cuidar todo dispendio injustificado en lo que queda hasta el 28 de Julio. Sin embrago esto es difícil en un país donde no se llega como practica general a acuerdos mutuamente consensuados. Si no por el contrario, los impone el que debe hacer lo necesario para construir el retorno a a la estabilidad fiscal (próximo gobierno).
Pero a pesar de saber cual es la lista básica para hoy, el ministro ha hecho poco o nada para mejorar la calidad del gasto, dado que hace meses se rindió al intento de recuperar fortalezas de fiscales por considerarlo imposible. Es moralmente inaceptable que desde el Ministerio de Economía y Finanzas se promueva o permita gasto de mala calidad y hasta corrupto.
Asimismo, espero que el ministro Mendoza deje de encubrir lo que recibió (de la gestión de la ministra Tony Alva) y que le significa hoy muchas dificultades para mantener el buque a flote en medio de grandes tormentas. La joven ministra mostro sentimientos, pero sobre todo pobre capacidad para las finanzas públicas, controlar gastos, la corrupción y para construir soluciones que no destruyan la economía de familias y pequeñas empresas (sus "bonos" le fueron enmendados varias veces no llegando a beneficiarios y COFIDE le arreglo la ejecución de Reactiva para que no parezca asalto a mano armada a las arcas fiscales). Es claro por las cifras mostradas, que el ministro Mendoza no dispone hoy de todo lo que costo años construir y ello se refleja en un desesperado MEF subiendo el ISC a la cerveza, cigarrillos y bebidas alcohólicas además de anunciar cambios al umbral de fiscalización. ¿Porque? Por la evidente desesperación de no querer estar atrapado a incumplir la ley que prohíbe financiar gasto corriente con endeudamiento.
Me despido deseando, una cálida bienvenida a los sesenta al señor ministro y que los candidatos que pasen a la segunda vuelta, pongan presión para que el MEF transparente la posición real de lo que enfrentaran; porque estimo que ninguno, tendrá suficiente votación como para tener mayoría parlamentaria.
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